Armonización Facial
Transformando el Perfil con Retoques en Nariz, Mentón y Pómulos
Hoy vamos a compartir contigo un procedimiento de armonización facial diseñado para una paciente que busca mejorar el equilibrio y la simetría de su rostro, con un enfoque particular en el perfil. En esta intervención, utilizaremos tres viales de ácido hialurónico para realizar tres puntos clave de mejora: el dorso nasal, el mentón, y la proyección de los pómulos. A continuación, te explicamos en detalle cómo cada uno de estos retoques contribuye a crear un rostro más armónico y estético.
Paso 1: Retoque en el Dorso Nasal
El primer punto de esta armonización facial es el retoque del dorso nasal. En este caso, aplicamos ácido hialurónico para suavizar pequeñas irregularidades o crear una línea recta y estética en la nariz. Este tipo de tratamiento es ideal para pacientes que buscan mejorar la forma de su nariz sin la necesidad de someterse a una rinoplastia quirúrgica. Al lograr una nariz más armoniosa, el rostro adquiere un perfil más estilizado y proporcionado, lo que se convierte en una base perfecta para los siguientes retoques.
Paso 2: Avance del Mentón
La paciente presenta un mentón retraído, también conocido como retrognatia, lo que significa que su mentón está ligeramente hacia atrás en relación con el resto del rostro. Para mejorar este aspecto y lograr una armonización facial completa, aplicamos ácido hialurónico en el mentón para proyectarlo hacia adelante. Este avance ayuda a crear un perfil equilibrado y, al mismo tiempo, realza la estructura facial al darle una apariencia más definida y alineada.
Esta técnica es especialmente beneficiosa para quienes tienen un perfil algo plano o desean mejorar la proporción entre la nariz, el mentón y los labios. Un mentón bien posicionado en armonía con el resto del rostro aporta personalidad y equilibrio.
Paso 3: Proyección de los Pómulos
Finalmente, daremos proyección a la zona de los pómulos o región malar, aplicando ácido hialurónico para crear volumen y definir esta área. Los pómulos bien definidos no solo añaden juventud al rostro, sino que también le dan una estructura y simetría más atractivas. En muchos casos, la pérdida de volumen en los pómulos es una de las primeras señales de envejecimiento, por lo que este paso también actúa como un rejuvenecimiento preventivo.
Los pómulos elevados y bien definidos enmarcan los ojos y suavizan las líneas del rostro, creando una transición suave entre las diferentes zonas faciales y contribuyendo al aspecto general de armonía.