Caso Clínico Varices

 

 

Nuestra paciente presenta una red varicosa visible, con pequeñas várices superficiales que suelen nutrirse de las venas más profundas. En estos casos, tratamos tanto las venas profundas como las superficiales utilizando escleroterapia, un procedimiento en el que se inyecta un agente esclerosante.

Este tratamiento se puede realizar guiado por ecografía o, como en este caso, de forma directa cuando las venas son claramente visibles. Una vez insertada la aguja, se inyecta la espuma esclerosante que rellena tanto las venas profundas como las superficiales, evitando la necesidad de múltiples punciones.

Después de la inyección, se realiza un suave masaje con movimientos ascendentes en las piernas, facilitando la distribución de la espuma en la mayor cantidad de varices y arañas vasculares posible.

El resultado no es inmediato. Inicialmente, las venas tratadas desaparecen, pero luego pueden volverse más oscuras, adquiriendo un tono azulado. Esto indica la formación de un trombo, que es un signo de que el tratamiento está funcionando. Con el tiempo, al deshacerse el trombo, la vena se vuelve no funcional, lo que significa que deja de circular sangre y la várice desaparece.

 

 

 

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