La comunicación efectiva en medicina estética: clave para el éxito

La medicina estética debe centrarse en el paciente, no en convertirlo en un cliente. Para lograr resultados efectivos, el diagnóstico, la prescripción y la personalización son fundamentales. En un sector donde la estandarización amenaza con desdibujar la individualidad, el valor de un profesional comprometido es más importante que nunca.

La primera consulta: tiempo bien invertido

La doctora Victoria Trasmonte, Jefe de Servicio de la Unidad de Medicina Estética de la Fundación Jiménez Díaz, enfatiza la importancia de la primera consulta. “Es el tiempo mejor invertido para el médico. Permite establecer una hoja de ruta con plazos claros y objetivos progresivos”, explica. Este momento es crucial también para el paciente. “Una comunicación eficaz ayuda a conocer los deseos, ajustar expectativas y detallar el procedimiento y los objetivos del tratamiento”, añade.

La educación y el asesoramiento como pilares

Los especialistas tienen el deber de educar y asesorar al paciente. Ante peticiones inadecuadas, es vital explicar las razones y, si es necesario, rechazar protocolos que no sean beneficiosos. “Muchos pacientes buscan estandarización, pero nuestra tarea es educarlos sobre la importancia de la individualidad”, afirma Trasmonte.

Los riesgos de la comercialización

La democratización de la medicina estética ha eliminado tabúes, pero también ha fomentado una preocupante comercialización. Algunos tratamientos low cost priorizan las ventas sobre el bienestar del paciente. “Cuando el paciente se convierte en cliente, se pierden los objetivos personalizados y la medicina estética se comercializa peligrosamente”, advierte Trasmonte. Es crucial preservar la profesionalidad y dedicar tiempo a cada caso.

Este texto es un resumen del artículo publicado por la revista VOGUE sobre la importancia del diagnóstico, la prescripción y la personalización como únicos camino para obtener resultados en el terreno de la belleza. 

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