Explorando las Diferencias: Neuromoduladores vs. Ácido Hialurónico 

Muchos de ustedes piensan que el tratamiento con neuromoduladores se aplica en la zona inferior de la cara  y el ácido hialurónico en la superior. Esta idea es completamente errónea.

Los neuromoduladores se utilizan principalmente para relajar las arrugas en el tercio superior de la cara. Pedimos al paciente que frunza el ceño, levante las cejas y sonría para evaluar cómo el tratamiento de relajación con neuromoduladores puede mejorar las líneas de expresión.

Con ello vamos a prevenir la aparición de arrugas y, en caso de arrugas existentes en reposo, a evitar que se pronuncien y dejen marcas en la superficie de la piel. 

Por otro lado, el ácido hialurónico es una sustancia presente en nuestra piel, que utilizamos de manera biocompatible para sustituir la pérdida de volumen de nuestra cara cuando utilizamos un ácido hialurónico que sea reticulado, o bien para hidratar el rostro cuando lo utilizamos no reticulado.En este último caso vamos a mejorar la calidad de nuestra piel aportando un producto que atrapa agua, esa piel que está más fina por el paso de los años, que está más flácida, que pierde luminosidad, la vamos a hidratar.  

En cambio el ácido hialurónico reticulado  ayuda a recuperar los volúmenes perdidos en áreas como la frente, pómulos, ojeras y mejillas. El ácido hialurónico va a conseguir un efecto flash y una retracción del hundimiento mejorando el aspecto de cansancio de nuestro rostro. Fosa piriforme, surco nasogeniano y línea de marionetas son zonas típicas de hundimiento.

También podemos mejorar el contorno de nuestra cara. Podemos mejorar el perfil de la nariz cuando tenemos una pérdida de esa línea de nuestro dorso nasal o podemos conseguir perfilar mejor la zona del mentón o el ángulo mandibular. De esta manera conseguimos caras más angulosas que hoy en día gustan mucho. 

Por otro lado vamos a mejorar también la hidratación del labio, conseguiremos labios  más bonitos y  un aumento del volumen cuando así lo deseen. Además podremos igualarlo cuando existe algún inestetismo, es decir, cuando el labio esté asimétrico.

 

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